Maykel sigue preso y su salud empeora.

Maykel “Osorbo” Castillo sigue en prisión de forma injusta e inhumana. Creemos trascendental que no olvidemos a los presos políticos, aunque la agenda informativa pueda trasladar nuestra atención a otro lado. A continuación reproducimos el post que Anamely Ramos hiciera hoy en su perfil de Facebook sobre la situación de Maykel Castillo.

Por Anamely Ramos

Maykel Castillo (Osorbo) está enfermo. Después de su última huelga de hambre y sed por seis días, de estar incomunicado por más de dos semanas, de permanecer al menos cuatro días en celda de castigo; Maykel llamó para decir que había sido llevado al médico a verse los ganglios. Esperamos varios días antes de publicar porque todos estábamos en función de la marcha convocada para el 15 y yo necesitaba escuchar los detalles en la voz de Maykel. Hace dos días logré hablarle. Agradezco a los presos y sus familiares que no han dejado de llamar para informar y a Carolina Barrero que ha sido su principal interlocutora dentro de Cuba en las últimas semanas.

Maykel está lleno de bolas, debajo de las axilas, cerca de la clavícula, detrás del brazo. Ha estado con vómitos, fiebre, sudoraciones y mucho cansancio. Le hicieron una biopsia (baff), ante lo que parece ser un fallo grave del sistema linfático, pero esa prueba no es concluyente y ya Maykel me dijo que no va a dejar que le hagan ningún procedimiento médico invasivo. Está de más decir que no confiamos en nada de lo que puedan hacerle a Maykel estando preso: ni en diagnósticos, ni en tratamientos. Si está así, es justamente por su prisión injusta y los maltratos a los que ha estado sometido desde mucho antes de estar en prisión.

Maykel tiene sobre sí más de 120 actos de violencia policial en poco más de un año. Maykel sufrió un año y medio de prisión por oponerse al Decreto 349. Maykel pertenece a ese sector del pueblo cubano persistentemente desechado. La injusticia profunda que la dictadura significa, incluye esta asimetría terrible donde son estas personas las que siempre pagan el mayor precio por ser libres. He dicho muchas veces que lo que más quisiera es no tener que vivir en un país donde la Patria tenga que sostenerse desde nuestros cuerpos. No es justo. Lo más importante, siempre, es la vida humana.

Desde la preocupación inmensa que me invade desde hace una semana, exijo al Estado Cubano que libere a Maykel Castillo Pérez. Que no le niegue la posibilidad de atender su salud en un lugar confiable, si así lo decidiera. Que abandone ese delirium tremens de creer que todos somos sus posesiones. Que ponga un freno a la violencia y a la barbarie que han desatado por doquier y que terminará por alcanzarlos también. Yo sé que todos estamos ahora mismo en función de la noticia de Yunior pero les pido que miren hacia acá y compartan. Insisto en que la palabra clave en todo este proceso es responsabilidad, pero no solo se refiere a lo que pueden decir o hacer los más visibles, sino a todos. Somos responsables de validar esta o aquella narrativa con lo que compartimos, con la opinión o el estado de ánimo que ayudamos a expandir y, sobre todo, con dónde ponemos la esperanza. Nadie nos va a salvar del horror. Somos pequeños seres luchando contra una maquinaria represiva. Somos, a la vez, una posibilidad sostenida en el tiempo, el aliento de vida que pensábamos perdido.

No olviden que Patria y Vida es eso: gritar al mundo, pero sobre todo a nosotros mismos, que contamos, que existimos y que tenemos dignidad. No voy a especular ni sobre lo que hará el Estado Cubano, ni sobre Maykel, ni sobre mí. Solo diré que está ecuación me incluye. Que no soltaré la mano de Maykel ni aunque él me lo pida. Que no dejaré que sea un cuerpo más que se pierde, un nombre que se olvida. Donde está tu tesoro está tu corazón.